lunes, 13 de julio de 2009

La media vuelta. O la vuelta entera.

Vamos a dejar un poquito el tema del sexo de lado para hablar de otras cuestiones menos placenteras. O bueno, quizás más, eso ya depende de cada uno.

Hoy vamos a tocar un tema un poco incómodo para algunos, por diversas razones.

Ya sea porque ha sido víctima
o el victimario...
o testigo presencial y participante del "delito"

Hablamos de la infidelidad.

No vamos a entrar en cuestiones de moral y a juzgar qué está bien y qué esta mal. Este blog no es para eso, aunque por supuesto que quien escribe tiene su posición al respecto. Simplemente esgrimiremos algunos de los argumentos que se usan para referirse- no digamos justificar- al tema y a partir de eso categorizar - intentando no juzgar aunque quien sabe si lo logremos- a los/las individuos que cometen este tipo de actos.

Encontramos al escondido. Es el típico que no dice nada, mantiene su vida de pareja oculta, nadie sabe si tiene o no pareja. Y cuando se sabe, no es pareja, es decir, sostiene que aunque duermen juntos, comen juntos, se mandan mensajes, salen de paseo el fin de semana y se llaman por teléfono todos los días, no son nada. Cuando le preguntan algo dice sencillamente: no lo tengo muy claro. Eso le permite tener otra(s) vida(s) a sus anchas sin ningún remordimiento, pero jamás le dice a ninguna de las dos, tres, cuatro o más partes que esas otras partes existen. En otras palabras: por un lado es muy abierto pero por el otro bastante cerrado.

Luego tenemos al resignado. Este es el que tiene una relación pero está resignado a que, como ya lleva muchos años, entonces vale ser infiel. Es algo así de indiscutible como un ley de newton: a mayor cantidad de años se lleve con la pareja, más derecho a ser infiel y no tiene nada de anormal. La culpa no es de nadie, es de la rutina, del cansancio, del reloj, de lo que sea menos de uno. Ni modo, así es la vida y por más dura que sea, hay que vivirla.

Encontramos al relajado. Este es el que logra ser infiel sin ningún tipo de culpas o contemplaciones. Incluso es capaz de afirmárselo a su amante en turno (a la pareja estable no, por supuesto) sin contemplaciones. Dice la verdad y punto. Si le gusta bien y si no va jalando. Es capaz de afirmar que quiere a su pareja y que por eso sigue con ella, claro, la quiere a su manera, pero ya esos son otros cien pesos.

Tenemos esos y más comportamientos por un lado. Hay algunos que son muy abiertos y otros que dicen serlo pero a la hora de la hora esconden la pata. Habrá parejas que concuerdan tener una relación abierta pero al final no es tan abierta porque no se cuentan las cosas, sólo aplican el "ojos que no ven..." . Habrá otras que sí son abiertas y sí se cuentan todo pero estoy segura de que son las menos al menos en este lado del charco que aún es ¿conservador?, ¿hipócrita?, ¿doble moralista?... no sé, no vamos a juzgarlo. Simplemente aceptemos que aún vivimos en una sociedad donde la infidelidad no está tan aceptada.

Pero además del delincuente también tenemos al vehículo, al cuerpo del delito, al arma letal que se prestó para la infidelidad. En este sentido he detectado otras tres posibilidades:

- El atormentado: por más que lo evitó y lo evitó, se enamoró, y ahora no sabe cómo salirse. Sabía que era de alto riesgo pero por ahí pensó que tal vez lograría enamorarlo/la y se fue con todo. Ahora sufre o espera que el otro algún día termine su relación.

- El relajado: una de dos: o ya sabía que el/la otro/a estaba en una relación e igual no le importó o se enteró en el camino pero ni modo: demasiado tarde y ya lo hecho hecho está. Allá él/ella: uno no ha hecho nada malo y que vea a ver él/ella qué hace.

- El intolerante: ser infiel es ser infiel y punto, y no se va a prestar para algo así por más tiempo. Punto final.

Estoy segura de que hay mil posibilidades más en ambas vías. Esta es sólo una hablada para ver qué piensa la gente del tema. Lo que sí es cierto es que conforme más viejitos nos vamos haciendo, más se topa uno con el asunto. Y de eso quién sabe cuántos podrán escapar.

7 comentarios:

  1. Bueno, a mi una vez me fueron infiel, con la excepción de que a ella también le fueron infiel conmigo. ¿Cómo fue eso? Sencillo, él empezó con ella, luego me conoció, yo no supe nada hasta unos meses después que estaba enamorada y ya no lo pude dejar. Él siempre me juró que "no era nada". Y bueno, al final fue un pleito de gatos callejeros. Todos salimos rasguñados...

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  2. Yo diria que soy un poco de los 3... jeje ese te falto, el hibrido!!! Pero puta, que monton de verdades te echaste Naty

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  3. La infidelidad es un tema en el que no se puede ser neutro...mas si uno es quien la vida, cualquiera que sea el papel de uno dentro de la situacion.

    Yo soy de las que pienso que si uno va a ser infiel, es porque algo no esta bien...y entonces es momento de analizar y ver si algo se puede hacer para mejorar la relacion de pareja que uno tiene. Pero si cae en la tentacion o se da cuenta de que da pie para que esas cosas se den, lo mejor es calabaza calabaza... Una infidelidad se puede perdonar, pero no se olvida...y cuando la confianza se erosiona, todo lo demas va para abajo también.

    Yo creo que antes de ser infiel, mejor anda uno sólo y hace y deshace a su manera antes de engañar a alguien que talvez no lo merece. Y antes que ser mentiroso, es mejor ser honesto, aunque deba asumir las consecuencias de sus actos.

    En lo de las relaciones abiertas...mmm, no creo mucho la verdad. La gente es egoista por naturaleza y por mas que diga que esta bien, en el fondo siempre se sale el diablillo posesivo. Talvez hayan excepciones, pero no las he conocido.

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  4. Todo un tema para discutir y hasta despotricar... yo creo que todos podemos ser infieles si queremos, pero para ser fieles hay que querer todavía con más fuerza, hay tener el foco del mañana muy bien definido, porque si el hoy está tambaleándose, es muy probable que cualquier excusa nos venga bien.
    El infiel o la infiel se mantendrán así hasta que topen con alguien que les importe más que sí mismos, y más que cualquier otra persona que hayan conocido antes... ser fiel es una decisión!

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  5. De lo que he aprendido y escuchado sé que ser infiel es un riesgo para los tres, por abierta que se diga la relación.

    Lo otro es que gusano muere aplastado. Si uno se mete con alguien con pareja inevitablemente se convierte en gusano, porque escucha los defectos de la pareja y es "el bueno". Y la mayoría de gusanos mueren aplastados o con un puto dolor de conciencia que cuesta mucho cargar.

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  6. Muy buenos el post muy buenos los comentarios. Faltó el de tipo cínico, calculador o maquiavélico; que es una mezcla entre escondido y relajado, pero que tiene motivos específicos para estar en esa situación: sea por venganza, sea por probarse algo a sí mismo o probárselo a los demás... que tal?
    Y también el "cascarazo", o sea la típica cáscara de banano que es como el atormentado pero en un período más corto de tiempo... por lo general no más de dos semanas/veces.

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  7. Yo he sido victima y victimaria. La unica vez qeu fui infiel, no me gusto para nada. Será porque yo no tengo eso que llaman "corazón de condominio" donde hay campo pa'todos. Mas bien soy de las que cuando quiere, no tiene campo para nadie mas.
    Y cuando una persona me fue infiel, descubri que al final, el infiel y el "vehiculo" casi siempre se sienten mal, pero siguen su vida como si nada. En cambio a uno le queda una herida dificil de curar. Tristemente debo decir que la persona que me fue infiel me cambió, me hizo desconfiada y un poco mas cínica en eso de los asuntos amorosos.
    Eso si, siempre seré lo que yo llamaria, una romantica empedernida realista, jajaja eso no me lo quita nadie.

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